Por Alex Monsalve
¿Quién no soñó alguna vez con luchar por la justicia social, la igualdad de oportunidades y el respeto entre las personas? ¿Quién no dijo?: “¿Por qué…? esto no debería ser así”. ¿Quién no quiere vivir en un mundo mejor?
¿Quieres cambiar el mundo? ¡Tú puedes hacerlo! Comienza cambiándote a ti mismo. Luego podrás influenciar en otras personas a tu alrededor. Al hacerlo, no sólo comenzarás a instalar en ellos algo positivo y beneficioso, sino que además, encontrarás una inagotable fuente de motivación y energía.
Comienza modificando el significado que le das a los eventos y sucesos a tu alrededor. Entiende que nada en la vida tiene significado en sí mismo, sino que somos nosotros quienes determinamos qué es bueno y qué es malo, qué es positivo y qué es negativo. Aprende a encontrar qué hay de bueno y de beneficioso en lo que te sucede. Cuando lo hagas, comenzarás a experimentar mayor felicidad de la que imaginas posible.
No es que el mundo a nuestro alrededor no es lo suficientemente rico como para que experimentemos placer y felicidad en cada momento. Es simplemente nuestra percepción de ese mundo que no lo es. Por lo cual, está en cada uno de nosotros la tarea de enriquecer dicha percepción.
¿Existe maldad e injusticia? Por supuesto que sí. Pero también existen el bien, el amor, la compasión y la esperanza.
¿Existe gente que sólo se preocupa por aprovecharse y tomar ventaja de otros? Obvio que sí. Pero también existen millones de personas que incansablemente luchan por convertir a este maravilloso mundo en el que vivimos en un lugar cada vez mejor.
No es necesario que hagas trabajos comunitarios. No es necesario que ayudes a personas pobres. No es necesario que dones tu tiempo y esfuerzo. Si decides hacerlo, bienvenido sea, pero si sólo comienzas a influenciar positivamente en los seres a tu alrededor, en tu pareja, en tus hijos y en tus amigos, entonces sentirás que estás haciendo tu parte en esta importante misión.
Demuéstrales, a través de tus acciones, cuál es el camino a seguir. Demuéstrales que el amor, el respeto y la solidaridad, son parte del otro lado de la moneda (el lado que lamentablemente muy pocas veces percibimos).
Demuéstrales que el secreto para vivir una vida feliz y plena no está en adquirir más y más cosas materiales, ni en volverse inmune e indiferente a la maldad y la injusticia.
El secreto está en saber apreciar y valorar todo lo bueno que tenemos a nuestro alcance: nuestra familia y amigos, la frágil naturaleza que hace posible nuestra enigmática existencia, la motivación interior que nos brinda el anhelo y la esperanza de alcanzar un mejor futuro.
Demuéstrales que el secreto está en cambiarse a sí mismos, tal, como estoy seguro, tú también ya has decidido hacerlo.
Vive con pasión y entusiasmo, sabiendo que TÚ TAMBIÉN PUEDES.