Por el Lic. Lucas Bustos
El planteo es claro, preciso, rico en detalles, coherente y con una lógica asociativa sólida. Sin lugar a dudas, el planteo es realista. Bueno, la mayoría de los planteos de los neuróticos intentan plasmar una realidad, que le da sentido a los síntomas, ideas y pensamientos, de los cuales no escapan el afecto y las emociones.
Es por ello que cuando una persona expone una situación tan clara y contundente, que a la vez conlleva un padecimiento psíquico, solo basta con deducir que nos encontramos ante un verdadero conflicto.
El caso de Malena, exponía vívidamente lo que sucede cuando los celos comienzan a dominar las capacidades adaptativas de una persona, es decir su funcionalidad saludable, sus vínculos, sus pensamientos, su manera de interpretar las relaciones y fundamentalmente su vida de pareja.
Y no es dato menor, ya que la manera de entender esa particular relación comienza a tamizarse, a pasar por una serie de filtros muy específicos y por demás delicados.
Lo llamé 4 veces y no me atiendió…”, “Está conectado y no me contesta…”, “No me dijo a dónde iba…”, “ Salió del trabajo a las 3 y llegó a las 5”.
Estas y otras frases reflejan el padecimiento que Malena siente ante las diferentes situaciones de relación que se le plantean en la PAREJA y, como todo lo que genera el ser humano, tiene sus causas y por ende sus consecuencias.
En el caso de los celos ambas son tan fundamentales que cuestionan a cada instante la modalidad relacional. Como si un acto pudiera explicar toda una relación o, por lo menos, gran parte de ella, incluso lo que el otro siente o piensa!
Como primer medida, en pos de ordenar lo que ya está firmemente ordenado (tengamos en cuenta que los celos tienen mucho que ver con personalidades de características ordenadas, metódicas, obsesivas) es necesario desarticular, cuestionar ese mecanismo que tiende a buscar control y seguridad. Una relación de pareja debe ser una estructura dinámica y flexible, que necesita mucha plasticidad para mantenerse saludable. Es así que los celos son una solución disfuncional a las características propias del vínculo de pareja saludable y eso es lo primero que hay que entender.
Los celos son funcionales a una relación tóxica, que se va paralizando al ritmo con que éstos se justifican y se autovalidan.
Segundo, y no menos importante, es que los celos se dan dentro de un tipo especial de relación, las relaciones que emocionalmente son relevantes, vínculos de peso en el universo emocional. Quien padece de celos no lo sufre en relación a un desconocido o una persona poco importante en su vida. Los celos se manifiestan en vínculos sustanciales. Es por ello que es fundamental para Malena poder entender que solo se cuestiona la forma en la cual ella está tratando de vincularse con quien ama y que esta forma nada tiene que ver con su sentimiento.
El control, la persecución, las ideaciones, los sentimientos hostiles y demás artilugios defensivos son los recursos que ella está implementando en la relación, no teniendo conciencia real que la consecuencia es que se produzca distanciamiento, resistencia y tensión. Este mecanismo de funcionamiento de los celos, se perpetuá en una repetición insaciable que intenta justificar cómo se “debe” ser en el amor, en una relación, muy lejos de la realidad de la pareja.
En ocasiones, lo que presenta Malena como padecimiento tiene que ver con una modalidad compartida de vínculo entre los protagonistas de la pareja (complementario) y en otras, tal vez las más, con personalidades individuales que precisan replantearse la forma en la cual construyen sus relaciones de pareja.
La confusión entre celos y amor es una de las más viejas de la historia humana. Pero que quede claro que los celos, en cualquiera de sus formas, nada tienen que ver con el amor.
El autor es licencido en Psicología. Recibido en la Universidad de Córdoba, Argentina, ejerce su profesión en la provincia de Santa Fe, Argentina. Matrícula Profesional #443 CDPSF.
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